Páginas

CARDO BORRIQUERO

Los caminos certeros son mentira. De la ruta a la rutina no hay más que dos pasos y dos letras.

viernes, 27 de diciembre de 2013

La ceja es cobertizo para el ojo





La ceja jamás ceja en el empeño
de guarecer al ojo de la lluvia,
no importa si llovizna o si diluvia,
si llueve en realidad o es solo ensueño.

El ojo, ya sea grande o sea pequeño,
se agazapa bajo su ceja rubia,
morena o pelirroja, pues la lluvia
sigue lloviendo fuerte sobre el ceño.

Es un tejado el pelo de las cejas
que aguanta la embestida de la nube.
Así el ojo no baja la mirada,
no se hunde, cubierto por sus tejas,
en el fango por el que siempre anduve,
aunque la cara quede salpicada.

3 comentarios:

Mari Carmen Azkona dijo...

Luismi, tú si que jamás cejas en el empeño de buscar el poema más original, sin perder la profundidad del mensaje. La última estrofa es extraordinaria… Aunque me temo que son muchos los que si bajan la mirada.

Gracias por compartirlo y hacernos reflexionar.

Besos y un fuerte abrazo

Luis Miguel Rodrigo González dijo...

Gracias, Atxia. Te felicité en nochebuena por SMS pero se me olvidó firmar. Era yo. Un beso fuerte.

Mari Carmen Azkona dijo...

Así que eras tú el que me mandaba el doble de todo… Pensé que era de alguien se había confundido. Siento no haberte contestado :-( Gracias de todo corazón. Te deseo lo mejor para este año que empieza.

Que todo lo que buscas, te encuentre.

Besos y abrazos.