Páginas

CARDO BORRIQUERO

Los caminos certeros son mentira. De la ruta a la rutina no hay más que dos pasos y dos letras.

lunes, 28 de enero de 2013

Como agradecimiento a tod@s los que anoche compartisteis con nosotros el recital en el Ateneo y para aquellos que no pudisteis venir aquí os entrego un poema inédito que por primera vez vio la luz.



Canción de cuna a unos esqueletos

A la Memoria Histórica.

La tormenta, que no entiende de bandos,
ha puesto a la intemperie las masacres.

Y como siempre, después, los asesinos
regresan a borrar las huellas de la infamia
con sus miradas turbias
y el fusil al hombro cargado de desprecio.

No les arredra ver que el hambre de  la tierra
devoró su carne, les dejó desnudos
y sólo les arropa en el frío de la noche
el llanto enmudecido que mascan sus familias.

Están cerca. Crepita el odio en las antorchas.
Vienen con los bigotes en ristre y el Alzheimer.

Ni después de muertos dejan dormir a los vencidos.

5 comentarios:

Mari Carmen Azkona dijo...

Luismi, se me han puesto los pelos de punta al leer este poema, ni me imagino lo que hubiera sido haberlo escucharlo ayer con tu voz, con tu fuerza… Y es que es cierto, “ni después de muertos dejan descansar a los vencidos.”

Mi más sincera enhorabuena, no solo por este poema sino por toda tu trayectoria. Eres extraordinario.

Besos y abrazos con cariño y admiración.

Luis Miguel Rodrigo González dijo...

Gracias a ti por iluminarnos con tus tremendos relatos.

Un beso fuerte.

Rosa dijo...

Efectivamente Mª Carmen, no te imaginas lo que fué escuchar a Luismi leer este poema con su fuerza habitual y, en esta ocasión, con doble carga de sentimiento.

Cada estrofa me produce una punzada intensa en lo más profundo de mi vientre.

Un gran poema corazón, no es nada nuevo, pero sí es otro poema nuevo con tu sello.

Un abrazo

Manuel dijo...

EStuviste impresionante, Luismi. Bueno, en realidad todos estuvieron en un momento ma´s que dulce, lleno de fuerza y de magia.

Así da gusto.

Luis Miguel Rodrigo González dijo...

Tú también rayaste a gran altura. Tod@s logramos llegar a un punto álgido que elevó el nivel del grupo un grado más. Y que no pare.
Muchas gracias y un fuerte abrazo.