El tiempo, a golpe de hora, cava zanjas,
profundas hondonadas negras
entre los individuos.
A golpe de minuto
el tiempo eleva verjas
con los pies de cemento
y techo con espino
enredado en el alambre.
A golpe, el tiempo, de segundo,
con la punta afilada de la aguja
agujerea la carne
de todos los recuerdos
que unían a la gente:
cortante hoja de sable
el
minutero.
6 comentarios:
El tiempo poco a poco va abriendo una grieta en nuestra memoria hasta conseguir que los recuerdos se vuelvan algo caóticos.
Precioso poema. Saludos cordiales
El tiempo también compone, a golpe de versos, poemas como éste y, a golpe de suerte, hace que me encuentre con él para darle a este día un toque especial.
Buen poema, amigo, con un final de esa cosecha tuya tan cuidada.
Un abrazo a golpe de admiración y cariño
gracias Julia por tu reflexión y el halago.
un beso
Y mi agradecimiento para ti, Rosa, siempre al quite.
Un beso fuerte.
El poema es bien agudo (valga el chiste fácil) como siempre, me gusta lo que escribes... ¡No lo puedo evitar... ni quiero! Enhorabuena
Hola, un gusto llegar a tu blog y engancharme de tus letras. Con tu permiso me quedo.
-El minutero, que siga apuntando, que siga marchando, que tengo vida en mis venas-
Abrazos.
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