Lo que ayer fue pensamiento
ahora es desperdicio,
tinta sobre papel
que acabará su itinerario
ante unos ojos forasteros
que rozarán su territorio
como quien pasa de puntillas
sobre el serrín que cubre un vómito.
Lo que ayer fue reflexión o paranoia,
conexiones sinápticas
en un lóbulo sin nombre,
sin padre ni madre,
ahora es resto escrito
para la deglución
de un intelectual
que guste de leer entre las líneas.
Lo que ayer no era ni voz,
antesala de la palabra,
intento gutural,
ancestro de los gritos
sin pasaporte al aire libre,
ahora son letra, rasgadura sobre el folio,
apta para el consumo humano.
Escritura.
Ya es decir.
5 comentarios:
Qué certeras esas "rasgaduras sobre el folio para el consumo humano", Luismi.
Un fuerte abrazo.
poesía potable, se podría decir. Un beso, Nines.
Lo que ayer fueron unas palabras sueltas, hoy es un profundo y bello poema.
Un cordial saludo
Muchas gracias, Julia.
Un abrazo
Pues no te imaginas, Luismi, cómo me alegro de que rasgues los folios, de que dejes salir tu voz… Paso de puntillas y no encuentro ningún desperdicio.
Tan hábil y certero como siempre :-)
Besos y abrazos
Publicar un comentario