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CARDO BORRIQUERO

Los caminos certeros son mentira. De la ruta a la rutina no hay más que dos pasos y dos letras.

lunes, 9 de mayo de 2011

Recomendaciones para momentos difíciles

Para reunir valor en ocasiones
no basta con hacer una llamada,
enviar un correo,
mandar SMS,
tocar con los nudillos en su puerta…

Para encontrar valor algunas veces
hay que ser docto en buscar huellas,
poner a punto el detector,
saber olfatear
para intuir sus escondrijos:
los baúles sin llave ni cerrojo
salvados del naufragio entre mudanzas;
el bolsillo interior de un chubasquero
plagado de canicas y pelusas;
la camiseta vieja
con un dorsal cosido de delantero centro
que solo conoció
aplausos y victorias;
aquellas deportivas ya sin suela
que nunca atravesaron
las sendas de la decepción.

El valor sabe escabullirse,
conoce bien el modo de eludirnos,
se filtra, se diluye,
no se deja apresar tan fácilmente,
escapa a nuestro tacto
como una lagartija
que sabe que hay peligro
y busca entre las piedras
lugares más seguros.

Para reunir valor en ocasiones
y lograr pegar ojo
dos,
tres horas,
hay que llegar al núcleo de la angustia
y rogarle que salga

como a un cachorro herido
atrapado entre escombros.

6 comentarios:

Nines Díaz Molinero dijo...

Me ha producido una gran ternura la imagen de ese cachorro herido atrapado entre escombros del final de este bonito poema, Luismi.

Un abrazo.

La Solateras dijo...

Sí, para reunir valor hay que mirar a los ojos al núcleo de la angustia, hacerla nuestra y andar con ella de la mano.

Un beso

Mari Carmen Azkona dijo...

Luismi, el miedo es un valor innato en el ser humano, el responsable de su supervivencia como especie, pero también el que puede frenar el avance y crecimiento. El valor para afrontar y solventar cualquier dificultad está en nosotros. Asumir que la vida es un camino con altibajos, que no hay derrotas sino lecciones aprendidas es un paso, el siguiente tener confianza y, sobre todo, ser fiel a uno mismo.

Qué difícil dar recomendaciones para los momentos y, sin embargo, tú te has atrevido con este espléndido poema. Jamás me dejas indiferente, siempre me haces reflexionar...Gracias.

Besos y un fuerte abrazo.

Luis Miguel Rodrigo González dijo...

Os agradezco vuestras palabras. No es sencillo levantarse algunas mañanas cuando nos agarrota la indecisión, el miedo o el pánico. Es importante entrar muy adentro para encontrar fuerzas o, al menos, porqués.
Un fuerte abrazo

María G. Z. dijo...

Compañero, ¡qué buen poema! Punset decía en no sé dónde que la felicidad es la ausencia de miedo, y yo, después de leer este poema añado que el miedo sobreviene cuando no eres capaz de encontrar el valor.
Gracias again y se te echó de menos el lunes
maría

Luis Miguel Rodrigo González dijo...

Yo también os eché de menos. Aunque como dije a Rosa por teléfono para charlar y divertirnos (estoy un poco saturado de escritura)
Por cierto he visto hoy a Ana en el metro y, como siempre, igual de cariñosa.
Un beso