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CARDO BORRIQUERO

Los caminos certeros son mentira. De la ruta a la rutina no hay más que dos pasos y dos letras.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Calentamiento global



Como una gran placa de hielo
desprendida de un iceberg
así se van pedazos de nosotros,
cayendo con estrépito en aguas del olvido.

Trozos de nuestra identidad,
desgajados, caducos e inservibles,
que en el pasado compusieron
lo más robusto de quien fuimos,
flotan ahora a la deriva
—puede que den soporte
a un animal salvaje
despistado y hambriento.

Con las aristas afiladas
por el corte repentino
y el corazón al aire
nosotros nos quedamos.

También un poco más pequeños
pero bastante menos fríos,
más templados.

4 comentarios:

Nines Díaz Molinero dijo...


Cierto que nos quedamos con las "aristas afiladas y el corazón al aire" pero quiero pensar que volveran a recomponerse las piezas de esa identidad que amenaza con debilitarnos.

Un enorme abrazo.

Luis Miguel Rodrigo González dijo...

Debilitarnos no es lo que quería transmitir, sino liberación, temple y calorcito. Hay trozos que nos sobran, a mí al menos.

Besos

Anónimo dijo...

Muy buena la melodía de las palabras, y los acordes de la fotografía. Como un gran iceberg nos vamos desgajando de aquello que nos sobra, y siempre se repite el mismo ciclo, porque en eso consiste la vida, ¿no?, en mantenernos en equilibrio constante, renovando, deshaciendo, creando...

Elvira Daudet dijo...

Deshelarse de forma minuciosa,capa a capa, hasta dejar la esencia luminosa del dios niño que fuimos. Precioso el poema y la forma de trabajar la idea.
Un abrazo
Elvira

El día 28 presento Cuaderno del delirio a las 19,30 h en la SGAE.