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CARDO BORRIQUERO

Los caminos certeros son mentira. De la ruta a la rutina no hay más que dos pasos y dos letras.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

REVOLUCIÓN. La uniformidad a que nos obligan los tiempos actuales me fuerza a retomar un relato que escribí y publiqué hace tiempo.

Como todas las generaciones, también ésta quiso derrocar a su predecesora. Escudriñaron defectos y errores, detectaron los fallos, los excesos y por aquellas hendiduras introdujeron palancas primero; después, las excavadoras. Y es que, como todos los jóvenes (valga en su descargo que es su obligación al fin y al cabo) creyeron estar en posesión de la verdad; no de una porción o un fragmento: toda la verdad. La primera piedra sobre la que se edificó esta nueva revolución fue suprimir tildes y acentos: jamas volveria a haber letras mas sonoras e importantes que otras. En esta funcion todos serian actores, no habria ya protagonistas ni figurantes. Asi que con el pecho henchido y las barbillas altas pusieron manos a la obra y comenzaron a construir sobre este cimiento su sociedad, dejando a esdrujulas y agudas soterrarse en el olvido. Transcurrieron las cosas en aparente calma durante un tiempo, hasta que un dia fue señalada con el dedo una mayuscula, debido a su supuesta altaneria: por unanimidad se decidio reducirla a tamaño estandar, por mas que adujo ser un nombre propio. de ahora en adelante nada seria propio: todo perteneceria a la colectividad. sin mayusculas ni acentos su mundo parecia mas en paz, aunque ciertos asuntos continuaban irresueltos: algunas palabras, no teniendo letras de diferente tamaño que las demas, daban la sensación de manejarse con cierta prepotencia, como las que iniciaban parrafo o iban tras punto y aparte. era tal el empeño en erradicar el mal de la desigualdad que, sin contemplaciones, fue tomada la drastica medida de eliminar los signos de puntuación que tanto lugar a equivoco estaban generando y aun podrian haber sido mayores los recortes si llegan a prosperar las propuestas planteadas por algunas letras cansadas de ser miradas por encima del hombro de bajar los humos a las mas altas como la l o la t hasta se inicio el debate sobre si realmente eran imprescindibles los puntos de las ies y las jotas o eran superfluos adornos decorativos el desorden se acrecentaba dia tras dia pero fue considerado un mal inevitable como el crujido de vertebras cuando se endereza una espalda contracturada un daño inherente a toda transformacion social de modo que la inconformidad consustancial a todo lo vivo prosiguio devorando los logros ya obtenidos exigiendo nuevas conquistas nuevas cimas que coronar y si bien era patente que la igualdad entre palabras habia sido con creces alcanzada no sucedia de igual manera con las relaciones entre ellas por lo que para estrechar lazos y evitar distanciamientos que pudieran ser interpretados como muestras excesivas de orgullo se suprimio el espacio entre palabras yallemadelaunionhacelafuerzaquisieroncambiarlarealidadaunsolopasohastaquelaconfusionfueadueñandosederenglonesfolioscuadernoslibrosyaunqueseelevaronvocesdisidentespretendiendopaliarelcaoscrecienteotrasigualesdeestridentesahogaronlosinfructuososintentosdeencauzarloquehaciapocotiempoeraunmalmenoryahorasumiaalpaisenteroenunirrefrenablesinsentidoquedejabaelcaminoalfombradoparalallegadadeunnuevodictador

9 comentarios:

Manuel dijo...

¡Está clarísimo!.

siemprehayunnuevodictadordispuestoasustituiralprecedenteporqueelesmejor

Lo bueno de leer, de recordar, de conocer, es tener la capacidad de aprender.

Lluis Llach lo dice en una de sus inolvidables canciones: "no olvidemos ningún nombre. Será preciso recordar para no repetir el paso de la historia".

Amen.

Un abrazo, Luismi.

Luisa Arellano dijo...

Y es que los dictadores están agazapados en cualquier rincón del caos, preparados siempre para el asalto. Por eso hay que tener la momoria al fresco y bien conservada.

Un placer.

Nines Díaz Molinero dijo...

Un magnífico acierto, Luismi, utilizar el ejemplo de "la lengüa" para mostrar las consecuencias de la ignorancia de cualquier tipo de totalitarismo.

Un abrazo.

Luis Miguel Rodrigo González dijo...

Así es, Luisa. De ahí que para evitar las dictaduras los seres humanos debiéramos tener un poco más de consciencia sobre nuestras libertades y obligaciones, para no caer en el caos que tú remarcas.
Un fuerte abrazo

Luis Miguel Rodrigo González dijo...

La lengua llega más lejos de lo que a veces nos creemos. Gracias Nines, como siemprem tú en la brecha de mis escritos.
Unfuerteabrazo

La Solateras dijo...

Un relato original, irónico y profundo.

Muy bueno, Luismi.

Un abrazo

Julio Castelló dijo...

Como podrás imaginar, estoy con los jóvenes rebeldes, aunque no toda revolución (formal) suponga necesariamente (en el fondo)un progreso.

Laura Caro Pardo dijo...

Como la vida misma.
(Cómo duelen las palabras sin signos de puntuación y sin espacios)
Un abrazo agradecido.

Anónimo dijo...

Simplemente genial.....