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CARDO BORRIQUERO

Los caminos certeros son mentira. De la ruta a la rutina no hay más que dos pasos y dos letras.

sábado, 17 de noviembre de 2012

Terapéutica de la poesía




La poesía es un respiradero
por donde entra el aire cada día
convirtiendo la habitación vacía
en un sitio habitable y llevadero
sin tufo a rebosante cenicero.
No es más que un torniquete la poesía
que corta la hemorragia: todavía
no taponó la herida su agujero.

Es un colmillo, un diente, una muela,
es una boca inmensa que tritura
algún trozo de tiempo inmasticable.
Una fogata, ascuas, una vela
que abrasa lo terrible. Una envoltura
que torna lo brutal en transitable.

4 comentarios:

Laura Caro Pardo dijo...

Todo eso y mucho más es la poesía.
Como siempre, es magistral tu forma de contarlo.

Un abrazo.

La Solateras dijo...

Querido Luismi,

La poesía es una forma de lamernos las heridas y también de exponerlas al aire, quizá para que se sequen si alguien les aplica un torniquete.

O una forma de tragar un pedazo de tiempo inmasticable, uno de tantos como nos agobian.

Sabes que te leo siempre. Unas veces te dejo comentarios y otras no; pero quiero que sepas que yo soy agradecida y no olvido nunca las cosas buenas.

MMuchos besos, mucha suerte; en la vida y en la poesía.

Nines Díaz Molinero dijo...


Es todo eso, Luismi, y sobre todo, como tú tan bien conoces, "terapéutica"...

Un enorme abrazo.

Mari Carmen Azkona dijo...

Qué razón tienes, Luismi, la poesía es todo eso y mucho más. Me gusta esa imagen de la habitación habitable sin malos humos donde poder respirar, y es que, a veces, se hace tan difícil… Gracias por abrir las ventanas de la realidad y airear la estancia.

Besos y abrazos.