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CARDO BORRIQUERO

Los caminos certeros son mentira. De la ruta a la rutina no hay más que dos pasos y dos letras.

lunes, 20 de agosto de 2012

El mejor remedio en un naufragio es, como casi siempre, escribir.

                                          
Papel mojado

Para una mano rota, a la deriva,
sin brújula ni rumbo,
golpeada por las olas,
la punta del bolígrafo es un ancla.

Busca la mano a tientas tierra firme
donde amarrar la quilla de su palma,
pero es feroz el viento
y el cielo está nublado: no hay estrellas.

Decide echar el ancla buscando tocar fondo.

La bola de metal toca la arena
y se agarra a la tierra
húmeda del folio.

Compone el ancla su discurso,
movido por corrientes submarinas,
surcando en lo profundo de esta hoja
buscando asentamiento entre las piedras,
las rocas, los salientes…

Con letra enloquecida el ancla escribe
en lo más hondo de las aguas,
mientras la mano espera,
arriba en superficie,
para pasar las horas más duras de la noche
fijarse finalmente en algún punto.


10 comentarios:

María G. Z. dijo...

Magnífico poema sobre la escritura, la mejor forma de anclar el alma cuando se está a la deriva.
Besos
María

Laura Caro Pardo dijo...

Madre mía...

Es que no hay un solo poema tuyo que me deje indiferente, Luismi; todos se me anclan en el corazón.

Me ha encantado la forma tan original de describir el proceso.

Un abrazo grande.

Luis Miguel Rodrigo González dijo...

Muchas gracias, María, Laura. Se nota que sabéis de manos a la deriva.

Besos, esta vez un poco más intensos.

Mari Carmen Azkona dijo...

Luismi, sé que me repito, pero nunca limpies los cristales… La poesía fluye de ti de un modo tan natural que cualquiera podría pensar que es sencillo. Pero no lo es. Enhorabuena, es magnífico.

La escritura no solo es un ancla que nos fondee en la deriva, a veces, incluso puede ser el salvavidas que nos salve del naufragio.

Besos y miles de abrazos.

Luis Miguel Rodrigo González dijo...

Gracias a ti que siempre estás al pie del cañón (o de la batería de cañones, mejor dicho)

Besos

Jesús Arroyo dijo...

Es un gran poema, se ve que es tuyo y tiene una gran razón. Un abrazo fuerte.

Anónimo dijo...


Buenísimo, Luismi. Felicidades.
Un abrazo.
Nines.

Luis Miguel Rodrigo González dijo...

Muchas gracias, Nines.
Un besazo

David Gutiérrez dijo...

Buenísimo, Luismi. Buenísimo.

Luis Miguel Rodrigo González dijo...

Muchas gracias, David.
Nos vemos pronto