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CARDO BORRIQUERO

Los caminos certeros son mentira. De la ruta a la rutina no hay más que dos pasos y dos letras.

lunes, 28 de abril de 2014

Capital importancia de la evaporación




Cuando no cuaja nada
y cada copo de ilusión
se vuelve agua como nieve derretida
que pierde su blancura y consistencia
en los capós calientes de los coches,
quedando frustrada la posibilidad
de haber sido otro juego de los niños

—y ahora solo es gota,
charco,
humedad,
salpicadura.

Cuando lo planificado hace aguas
y mana con fluidez
hacia los desniveles de la calle
o sobre un parabrisas
cuyos dos brazos musculosos
expulsan con violencia hacia el asfalto

solo queda esperar
que un golpe de calor
haga que el líquido elemento
se eleve
hasta las nubes
nuevamente.

2 comentarios:

Mari Carmen Azkona dijo...


Qué interesante esta unión entre el estado de ánimo y el ciclo del agua. Me gusta esta transposición cíclica que implica confianza y esperanza.

Tu poesía, Luismi, siempre tan original y llena de imágenes.

Besos y abrazos.

Luis Miguel Rodrigo González dijo...

Muchas gracias, Mari Carmen. Por suerte se nos viene encima el verano...

Un beso